Llevamos dos horas jugando a volei, estoy muerto, y ella sigue aguantando, sudada, exhausta, ¡Como una campeona! Dos rebotes ajustados, un juego más y ganamos a Juan y Sara, nuestros mejores amigos. Hoy pagan ellos la comida, ¡¡¡Por fin!!! Nos abrazamos con Jorgina y nos desplomamos sobre la arena, vencedores. Nos ha costado mucho, y más con el calor que hace.
Cuando nos levantamos, estamos medio rebozados de arena, que se ha pegado con el sudor.
–Eres una marrana Jorgi… ¡Mira cómo vas! –Digo riéndome, por lo maniática que es con la arena.
–¡Anda que tú! Iván, así no te dejo subir en el coche, ¡¡¡Ni de coña!!!
–¿Así?… ¿Así, cómo?… –Y voy hacia ella, que intenta salir corriendo, pero llego a tiempo de sujetarla y hacer la croqueta, rebozándonos más todavía. Chilla juguetona, intentando deshacerse de mí, pero no puede, cuando ríe pierde las fuerzas, hasta que acabamos agotados, uno encima del otro y nos besamos… ECS!… noto como mastico arena, y levantándome, la escupo asqueado, como ella, que me mira divertida, pasando la mano por la lengua, limpiándosela.
–Hahaha… ¡Qué asco! Voy a la ducha, que me pica todo debajo del bikini.
–¿¿¿TODO???… Mmm… –La miro fijamente –¿Vamos a la que hay al lado del chiringuito?
–No, mejor nos acercamos a las del camping, ¿no? Son cinco minutos, sé por dónde colarnos.
–Jorgi… ¿Estás segura? Esos dos nos esperan para comer.
–Vengaaaaa… les mandamos un Whatsapp que tardamos veinte minutos, que pidan la paella… ¿sí?… Ivi… Porfi… necesito sacarme esto y limpiarme bien… –Me suplica con cara de mosquita muerta.
–Joder… Siempre te sales con la tuya… Venga…
Recogemos las toallas, las bolsas y vamos para allá. Es donde van sus padres a pasar el verano, pero hasta dentro de 15 días no llegan.
Vamos bordeando la valla hasta detrás de la piscina, donde están los motores y una puerta con un panel con código. Estupefacto, veo como lo marca y la abre, así de fácil, pasamos entre dos casetas y quedamos detrás de los aseos.
Se gira y me guiña un ojo, antes de mirar que no nos vea nadie como entramos. Me coge de la mano y nos metemos en el de chicas, hoy me quiere poner nervioso, sabe que no me gusta hacer estas cosas. Más de seis años saliendo juntos, y aún me sorprende. Me hace entrar en la última ducha. –Calla, ahora vuelvo, voy al dispensador a buscar jabón. –Coge monedas y al cabo de dos minutos vuelve, también con champú y suavizante.
–Como me pillen aquí… ¡Sí que la liamos!
–Pues intenta que no pase –Cómo me gusta cuando se comporta así, y lo dice con esa naturalidad, que parece que sea yo quien está haciendo las cosas mal. De hecho, las hago.
Nos desnudamos y nos quitamos la arena, qué lío que estamos montando, llevamos la cabeza llena. Suerte que estas duchas están hechas a prueba de dunas.
Cuando ya nos hemos aclarado y limpiado el suelo de la ducha, me pasa el champú, me empiezo a enjabonar, cierro los ojos, frotando fuerte el pelo, cuando noto que me coge el miembro –Jorgi, qué haces? –Susurró, sin poder abrir los ojos llenos de espuma.
–Shshshsh… ¡Cállate! –Me dice mientras noto el calor de su boca y su lengua lamiéndome. Me paso la mano por los ojos, pero no veo nada, ¡Joder! Cómo me gusta sentirla jugando conmigo. Me pone muy cachondo, y no tardo en excitarme, notando como se le pone dura en la boca. Ufff… ¡Qué bien lo hace! La oigo gemir y eso me pone muy verraco.
Finalmente, llego al mango del agua y la dejo correr para aclararme las manos y los ojos, aunque no la cabeza, soy incapaz de moverme.
La miro, está de rodillas, con una mano masturbándome, mientras juega con la lengua y mi glande, y la otra entre sus muslos, ¡Madre mía! Alza los ojos y me mira, pone cara de vicio, está muy caliente, me la mama con ganas, enérgica, poniéndosela hasta el fondo de la garganta… Entonces, oímos que se cierra la puerta principal, y escuchamos voces de chicas, a pocos metros de nosotros, intento pararla, poniéndole la mano en la cabeza, pero ella sigue, me cuesta estar en silencio, sonríe, le gusta ponerme en esta tesitura, la pone caliente, y aún con mi miembro en la boca, veo como acelera la otra mano y juntando las rodillas, se corre, sin hacer ruido, cerrando los ojos, apretando fuerte los labios, quieta, con la boca llena. Sonrío, le ha venido bastante fuerte, y no puede seguir, apoya la mano contra la pared ¡Qué bestia que es! Me la cojo y sigo el trabajo, ante su cara, ella se sujeta los pechos y me mira con la boca abierta, y la lengua fuera, esperando, recuperándose, y me viene uno de los orgasmos más abundantes de mi vida, corriéndome sobre su cara, los pechos, la boca, resbalándole sobre la piel mojada, y de golpe, sin pensar, ¡Grito como nunca! Fuerte, un gemido gutural y enérgico cuando vacío del todo, estallando brutalmente, desahogándome. ¡Resonando por todo el baño!
¡Ups!… Cuando abro los ojos, la cara de Jorgi no tiene precio, tiene los ojos como platos bajo el agua, con expresión de: «¿¿¿¡¡¡Pero tio!!!???», no sé qué me ha pasado, y el silencio repentino de las chicas de fuera, resulta inquietante. Me pongo rojo, el corazón me va a mil y me relajo de golpe. Ella ríe, se aclara el cuerpo y me abraza fuerte.
–Sr. Ivan… no se le puede llevar a ninguna parte… –Me susurra divertida al oído, sabe que me muero por dentro, sufriendo por si nos descubren.
Poco a poco el ruido vuelve, nos acabamos de duchar y una vez vestidos, esperamos hasta estar solos de nuevo. Con cuidado, salimos, y deshacemos el camino hasta la puerta trasera de la piscina, una vez allí, respiro tranquilo.
–Joder, Jorgi… ¡Qué mal rato!
-Eres un exagerado… pero aun así, me caes bien… –Y se pone a reír, mientras se me cuelga del cuello y nos damos un beso. –Venga, vámonos, que se enfriará la paella…
Relatos eróticos

Fusionando realidad y ficción, quiere transmitir sentimientos y percepciones a través de los relatos eróticos, para transportar al lector más allá del espacio-tiempo en el que se encuentra. Abierta y comprometida con la cultura. Para ella el erotismo es parte importante de la realidad que nos rodea.
Muy morboso y excitante 🤤😈
Muchas gracias por tu comentario Mik71.
Un placer.
Lady